Un giro de 180º

Jay Yarrow, de Business Insider, recoge el pasaje sobre la reacción de Google al anuncio del iPhone en 2007 del libro Dogfight: How Apple And Google Went To War And Started a Revolution, una narración del progresivo deterioro de las relaciones entre Apple y Google escrito por Fred Vogelstein.

[Andy Rubin] estaba en Las Vegas, viendo a través de la web la presentación del teléfono. Ordenó a su taxista a parar para poder ver toda la retransmisión. “Mierda, supongo que ahora no vamos a lanzar ese teléfono”

“Ese teléfono” hace referencia al prototipo que la compañía había mostrado hasta entonces en varias ferias y congresos. Android, en aquel entonces, estaba posicionado como un competidor de Blackberry, y tenía un sistema operativo similar, basado en un teclado QWERTY y un cursor (foto de GSMArena):

Vogelstein menciona en el libro algunas de las declaraciones de ingenieros de Android que estaban involucrados en el proyecto:

Ethan Beard, un ejecutivo del equipo de Android, le comentó a Vogelstein: “sabíamos que Apple iba a anunciar un teléfono. Todos lo esperábamos. Lo que no esperábamos es que resultara tan bueno”.

Google tenía un sistema operativo listo para salir a finales de ese mismo año, pero era terrible en comparación con el iPhone. Así que se paró y retrasó todo el proyecto. “Lo que teníamos era… tan de los años 90”, dice un ingeniero.

El artículo continúa mencionando las tensas reuniones entre Google y Apple un año más tarde, cuando el gigante de Mountain View presentó el G1, el primer móvil con el Android “moderno” que conocimos, diseñado no para tratar de competir con Blackberry sino directamente con el iPhone.

“Todo es una jodida copia de lo que estamos haciendo”, dijo Jobs sobre Android, según Vogelstein.

El enfado de Jobs logró que Larry Page, Sergey Brin y Eric Schmidt limitasen algunos de los elementos planeados para Android en las primeras versiones, como el uso del “pellizcar para hacer zoom” que Apple había seleccionado como una de las características distintivas de su teléfono.

Rubin, sobra decirlo, no se lo tomó muy bien.