Un ejército de trolls y un espía infiltrado en Twitter
Una investigación del New York Times sobre las armas de propaganda saudíes en la red revela que Twitter despidió a uno de sus ingenieros en 2015, Ali Alzabarah, por considerar que podría haber utilizado sus credenciales de acceso para identificar cuentas y números IP para los servicios secretos del reino.
Los oficiales de inteligencia les dijeron a los ejecutivos de Twitter que Alzabarah se había acercado a agentes de inteligencia sauditas, quienes finalmente lo persuadieron para que examinara varias cuentas de usuarios, según tres personas informadas sobre el asunto.
Pillados completamente desprevenidos por el alcance del asunto, los ejecutivos de Twitter apartaron a Alzabarah de su puesto, lo interrogaron y realizaron un análisis forense para determinar a qué información pudo haber accedido. No pudieron encontrar pruebas de que había entregado datos de Twitter al gobierno saudí, pero aún así lo despidieron en diciembre de 2015.
El artículo también explica como los servicios de inteligencia saudíes realizaban campañas rutinarias de desinformación en Twitter con un ejéricto de usuarios falsos.