Siguiendo los pasos de mi iPhone
Hoy a primera hora de la tarde en Europa, The Guardian ha publicado un artículo sobre el fichero de localización que el iPhone y los iPad con 3G guardan con el historial de posición del usuario en el directorio raíz del teléfono. Aquí dejo el enlace al artículo de El Mundo. El archivo no se envía a ningún servidor externo pero tampoco está cifrado. Cualquiera con acceso a un teléfono o un ordenador donde haya una copia de seguridad puede consultarlo.
La historia no es nueva. Hace seis meses que se conoce este archivo pero por alguna razón no había creado mucho revuelo hasta que Alasdair Allan y Pete Warden hablaron de él en la conferencia Where 2.0. Warde ha creado incluso una aplicación -para Mac- que es posible descargar para ver en un mapa la información contenida en el fichero.
He probado la aplicación para ver el grado de precisión y lo que realmente está almacenando. Si se trata de una función para “espiar” al usuario está bastante mal pensada. El archivo sólo se genera en los dispositivos que cuentan con acceso a red telefónica a pesar de que técnicamente sería posible hacerlo también con la localización WiFi en un iPod Touch o un iPad WiFi.
Esto es lo primero que me ha llamado la atención, después de todo muchas de las aplicaciones que usamos cada día en nuestro móvil (p.ej. Facebook o Pandora) envían información de localización de forma continua a un servidor y lo hacen bastante mejor. Al ejecutar por primera vez el programa me he encontrado con una representación bastante aproximada de los sitios donde he estado en el último año pero faltan localizaciones específicas.
Al hacer zoom sobre Nueva York la representación parece conseguir más detalle pero al mismo tiempo aparecen elementos un poco extraños. **No he ido a Boston durante el último año y jamás he estado en Hartford, CT, pero aparecen puntos en esa zona del mapa**. Hay una gran colección de puntos desde Nueva York hasta casi la frontera con Vermont. Es un viaje que hice hace unos días a la ciudad de Williamstown, MA, pero se trata sólo de un viaje de ida y vuelta en coche y por la cantidad y densidad de puntos casi parece que me dedico a viajar de puerta en puerta por esa zona.
Al volver a hacer zoom en Nueva York el mapa deja de tener sentido. Puede ser representativo del área general en donde vivo pero no es en absoluto preciso en lo que concierne a mis movimientos y los puntos parecen distribuidos de forma demasiado uniforme*. Lo máximo que alguien puede decir al ver ese mapa es que tiendo a moverme por el lado oeste de la isla (¡West Village forever!). Este es el grado máximo de zoom de la zona donde vivo -no me importa señalar el lugar, la mitad de mis *tweets* tienen la localización activada- La suma de todos los puntos recogidos en el fichero ni siquiera me sitúan correctamente en mi casa, que he marcado yo con un punto rojo y donde mi iPhone pasa la mayor parte del tiempo. Además vuelven a mostrar una distribución demasiado regular*. ¿Qué está pasando? Mi teoría es que **el fichero no almacena la posición del usuario*, como muchos están apresurándose a decir, sino la posición de las antenas de telefonía a las que ha estado conectado** bien porque usa la información para mejorar la eficiencia de cobertura o como control de la misma, bien para acelerar el proceso de localización del usuario en las aplicaciones que lo requieran o bien porque es una información que Apple tiene pensado utilizar en un futuro servicio propio. Dado que el fichero no se envía a ningún sitio y sólo es accesible -en principio, según apunta Warden- por el teléfono dudo que tenga intención estadística o comercial.
Pero esto no es en absoluto una disculpa para Apple. En principio la idea puede ser inocua pero se ha implementado fatal. No cifrar el contenido del archivo es un error de bulto y aunque la información que ofrezca no sea especialmente relevante o exacta (no hay posibilidad de sacar una ruta exacta o una localización precisa de esos datos) y sólo esté disponible para quienes acceden físicamente al teléfono o el ordenador en el que se guarda la copia este fallo puede suponer un problema de seguridad y una invasión a la privacidad. ¿Qué pasa si alguien usa el programa para “investigar” dónde va su pareja? ¿Y si una empresa decide que puede estudiar dónde va el trabajador durante su jornada laboral?
Lo primero que debería hacer la empresa es contar por qué el teléfono guarda esa información -ojo, no sé si otros teléfonos tienen una función semejante-, que creo que será una explicación bastante más aburrida de lo que la gente está pensando, y lo segundo incluir algún sistema de cifrado para que el archivo no sea accesible para nadie más que el propio teléfono. Mientras tanto la mejor solución es cifrar las copias de seguridad del iPhone, una opción que da iTunes al conectar el teléfono.
*** Actualización: Es importante señalar que el programa no usa el número de muestras máximo que es posible extraer** (puede conseguirse mayor densidad de información y mayor precisión) y de hecho los desarrolladores han recortado la precisión de latitud y longitud para ajustarla a una cuadrícula, de ahí que se produzca el efecto de que todos los puntos parezcan ordenados. Aún así la base de datos no está almacenando la posición exacta sino la aproximada que dan las antenas cercanas, es decir, lo que se conoce como CellLocation. La precisión varía según la densidad de antenas del área donde estemos pero es inferior a la que se consigue con un GPS o con el sistema de localización de iOS que combina la información de antena con la de redes WiFi que hay alrededor. Es la misma información, por ejemplo, a la que tienen acceso los operadores de telefonía a través de sus redes. Andy Ihnatko lo aclara en un post muy bien escrito y es también recomendable leer el FAQ de los creadores de la aplicación.
Un ejemplo bastante bueno viene de mi reciente viaje a Tahiti, donde mi teléfono no tuvo conexión de datos o Wifi. La base de datos recoge la posición de varias antenas de telefonía de la isla, situadas alrededor del monte Orohena. Yo me mantuve en la parte norte y noroeste de la isla, cerca de Papeete, pero en el fichero aparecen todos los puntos alrededor de la montaña, incluidos los del sur, y tres en la isla de Moorea, que ni siquiera visité.
Un vídeo con la zona donde vivo ampliada a máximo zoom y con los datos desde setiembre de 2010.