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Reciclando conceptos

Por lo que leo en este post que Miguel Ángel Uriondo, que escribe desde Finlandia, Nokia quiere ahora establecer una distinción entre “smartphones” y “computadoras móviles”.

Nokia aparece todos los trimestres como el fabricante con mayor cuota de smartphones gracias a que cualquier teléfono con Symbian Serie 60, por limitado que sea, pertenece a esa categoría. Aunque por ahora no hay forma de comprobarlo es muy posible que, eliminando buena parte de los smartphones más básicos y económicos, Nokia perdiese la primera posición (aunque seguiría siendo el fabricante que más móviles vende en total).

No es la primera vez que Nokia intenta una jugada parecida. A los pocos años de lanzar la serie N -los móviles tope de gama de la compañía- decidió promocionar el concepto de “multimedia computer” para referirse a ellos. No funcionó, a pesar de que incluso dentro de la compañía se forzó a los trabajadores y responsables de comunicación a usar el término.

La situación era muy diferente. En aquel entonces establecer la distinción era para Nokia una forma de mostrar que la compañía seguía siendo el líder tecnológico en telefonía móvil. Otras compañías podían tener smartphones, equipados con Windows Mobile o PalmOS, pero sólo ellos tenían “multimedia computers”.

¿Ahora? Esto de “computadoras móviles” suena a un intento de enterrar Symbian en la gama media y baja y promocionar MeeGo para la alta, de desviar la atención mostrando algo nuevo y que conceptualmente es diferente (o eso al menos es lo que tratan de comunicar) del resto de sus propuestas, que no han conseguido llegar a la altura de los terminales con iOS o Android a pesar del empeño de la marca en ponerlos al mismo nivel.

Si Nokia no crea nada nuevo, aunque sea solamente un concepto, un nombre, seguirá condenada a ser el que sigue las reglas del juego que marca el resto. Es puro marketing (después de todo prácticamente todos los iPhone, Blackberry y teléfonos con Android pueden considerarse pequeños ordenadores móviles) pero al menos podría poner un poco de orden en las clasificaciones de ventas de terminales, que ahora escoran una barbaridad hacia Finlandia.