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Nuestro hombre en Finlandia

La pregunta que se hizo ayer de forma anónima entre el público asistente a la presentación de Nokia paralela al Mobile World Congress es la que circula en la mente de muchos desde la llegada del nuevo presidente.

Dirigida a Stephen Elop: ¿Eres un caballo de Troya de Microsoft?

No sé si son cosas mías pero noto desde el viernes pasado cierto intento por quemar la imagen de Elop, como si su decisión hubiese sido la peor posible. Primero tratando de equiparar la decisión a una compra de Nokia por 0€, luego con este artículo incendiario en Silicon Beat sobre los altos costes que ha supuesto Elop para las compañías en las que ha trabajado (Macromedia, Adobe, Juniper Networks y Microsoft). Por lo visto a Elop le gusta quemar la visa de la empresa en vuelos y gastos y como ejecutivo puede salir muy caro. El caso de Adobe es posiblemente para enmarcar, tras la compra de Macromedia Elop trabajó en la empresa un año y un día y se marchó con un sueldo de 500.000 dólares, un bonus de 315.000 dólares y una indemnización de 1,88 millones de dólares.

Los lazos que unen a Elop con su anterior empresa, Microsoft, no han pasado desapercibidos. Este fin de semana un post en Reddit aseguraba que Elop era el octavo accionista individual en Microsoft. La lista de accionistas de Daily Finance parecía acreditarlo. En verdad esa lista sólo recoge a los accionistas que se han registrado por motivos legales (en el caso de Elop por ser directivo de la compañía). Es decir, que hay más accionistas anónimos que no figuran y que es poco probable que Elop sea el octavo con la participación que tiene.

Aún así Elop cuenta con más de 130.000 acciones de Microsoft, unos tres millones y medio de dólares al precio actual. Es una cifra que personalmente no me importaría tener pero que no es tan elevada como para pensar que Elop tenga intereses ocultos. Probablemente este año gane más por su trabajo en Nokia, no digamos ya si saca al fabricante finlandés de la apurada situación en la que está. Tal y como están las cosas puede sonar frívolo pero para el nivel en el que se mueve Elop tres millones son en cierto modo calderilla.

Dicho todo esto a mí la decisión de Elop me parece muy acertada. Es evidente que en Nokia hay una tensión demasiado alta entre los equipos de Symbian y MeeGo y que cualquier proyecto iba a sufrir por la lucha interna de la empresa. Android no es una alternativa viable porque Nokia no puede competir en precio con Samsung o HTC y perdería todo el protagonismo (a pesar de la Open Handset Alliance, es Google quien dirige y manda). Samsung y HTC también fabrican para Microsoft pero tienen menos interés en esta plataforma -por ahora- y Nokia puede mantener algunos de sus servicios, como los mapas, que con Google se verían obligados a abandonar.

Lo interesante será ver si esto se queda, como se ha anunciado, en una mera colaboración o si el acuerdo es simplemente un primer paso para una fusión de ambas empresas (o una compra formal por parte de Microsoft). Si el primer teléfono Nokia con WP7 sale bien, en Redmond tendrían la excusa perfecta.