El odio también aumenta tu pagerank
Excelente historia en el New York Times sobre DecorMyEyes, una web que vende lentillas y gafas y que ha hecho del mal servicio al cliente (e incluso la estafa) una técnica de SEO.
Vitaly Borker, el hombre detrás de la web, no sólo reconoce el mal trato que da a los compradores sino que asegura que los malos comentarios le ayudan a posicionarse mejor en el ranking de Google:
Aprovecho esta oportunidad porque existe. Sin importar dónde pongan sus comentarios negativos, supone una mejora en mi retorno de inversión. ¿Por qué no usar esa negatividad para mi ventaja?
El artículo es extenso pero sin duda merece la pena. La historia es escalofriante y pone en duda la supuesta eficacia del algoritmo de Google, prácticamente la ley que rige la web hoy en día.
Así, resumido, suena fatal. A decir verdad el tema es bastante más complejo de lo que aparenta. Buceando un poco por la red también se pueden ver críticas positivas de DecorMyEyes pero como apunta Danny Sullivan en Search Engine Land Google no está tomando algunas medidas sencillas que podrían frenar estos casos, como añadir la clasificación que dan los compradores a un negocio a los resultados de búsqueda.
Estas clasificaciones sí aparecen si se busca, en cambio, a través del área de Google especializada en tiendas o en los resultados de búsqueda en tiendas físicas, ya que la localización en Google Maps siempre aparece acompañada del ranking de los clientes.
Como estrategia comercial puede que tratar mal a tus clientes no tenga mucho sentido, es cierto, pero hoy por hoy parece que eso de “que hablen de mí, aunque sea mal” también funciona en la red.